20 de diciembre de 2008

Navidad, invitación a construir la paz desde la familia

“En esta sociedad actual, donde experimentamos tantas intolerancias, irrespetuosidades, desprecio y descalificación, soberbia y maltrato, violencia y explotación, necesitamos afianzarnos en el amor que aprendemos en nuestro primer “nido”, allí donde aprendimos los primeros comportamientos, educados por las palabras y los gestos de mamá y de papá”, estimó monseñor Carlos José Tissera, obispo de San Francisco, en su mensaje de Navidad.
El prelado reconoció, sin embargo, que “muchos no han podido vivir en familia o han tenido experiencias traumáticas en su vida familiar”, por lo que recordó que Navidad es también “una invitación a encontrar el amor tierno y misericordioso de Dios en Jesús Salvador.
Su amor nos sana y nos restaura con su Palabra, sus sacramentos, y a través de los creyentes que vivimos la comunión fraterna, para que nadie se sienta solo, desprotegido, abandonado, maltratado o despreciado”.
“Navidad es una invitación a construir la paz social desde el seno de nuestras familias”, subrayó en su mensaje navideño.Monseñor Tissera sugirió, además, reflexionar el mensaje “Familia humana, comunidad de paz”, de Benedicto XVI, en el que enfatiza que “la familia es la primera e insustituible educadora de la paz”, y advierte que “todo lo que contribuye a debilitar la familia fundada en el matrimonio de un hombre y una mujer, lo que directa o indirectamente dificulta su disponibilidad para la acogida responsable de una nueva vida, lo que se opone a su derecho a ser la primera responsable de la educación de los hijos, es un impedimento objetivo para el camino de la paz”.
“La familia -agrega el Papa- tiene necesidad de una casa, del trabajo y del debido reconocimiento de la actividad doméstica de los padres; de escuela para los hijos, de asistencia sanitaria básica para todos. Cuando la sociedad y la política no se esfuerzan en ayudar a la familia en estos campos, se privan de un recurso esencial para el servicio de la paz.”Por último, monseñor Tissera invita a que “en esta Navidad, al mirar junto al arbolito las imágenes del pesebre, demos gracias por el amor que aprendimos en nuestra casa, por las personas que nos aman, por los que amamos, y pidamos a Jesús, María y José que podamos ser discípulos y misioneros apasionados por construir familias fuertes en el amor y amantes de la vida y de la paz”.

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