1 de septiembre de 2008

Es lo que hay

La pregunta es: ¿ por qué compra el Gobierno Argentino una compañía aérea que debe 900 millones de dólares y se ha quedado sin aviones? La respuesta inmediata es simple, o por lo menos así parece. Para recuperar su línea de bandera. La definición a priori, causa risa, una risa de por lo menos veinte minutos.
Gracioso, si. Tan cómico como lo que hacen los gobernantes argentinos que, para que sus servicios públicos y sus combustibles sean los más baratos del mundo y no aumenten nunca. Subsidian a las empresas con los impuestos que cobran a la gente, que de por sí son caros y además aumentan todo el tiempo.
¿Y para qué usan los argentinos la plata de los bonos que le venden a Chávez? Para comprar al día siguiente los mismos bonos, pero al doble de precio. Un negocio redondo ... para Chávez.
En este país se implantan novedosos medios para combatir la carestía, se falsifican los datos estadísticos todos los meses y luego se publican en los diarios a ver si se lo cree la gente que va al supermercado.¿Saben cómo se llama el instituto que mide la inflación en la Argentina? INDEC, cuyas iniciales corresponden a Imposible No Desconfiar de Estas Cifras.
Los argentinos somos soberbios y tan agrandados que decimos que ahora Aerolíneas llegará hasta el Sol y tan necios que cuando nos hacen ver que así se derretirán los aviones contestamos que, por supuesto, jamás viajarán al Sol de día.
Tenemos una Presidenta que obtuvo fondos para su campaña de lugares dudos y cuasi relacionados con el narcotráfico, y como si esto fuera poco los que deben dar explicaciones se hacen los distraídos y miran hacia otro lado.
El Gobierno se debilita día a día por torpezas propias y la oposición está tan débil y disgregada que ni siquiera le hace cosquillas. Más bien podría afirmarse que ésta no existe ya que la única oposición posible se encuentra dentro del mismo partido gobernante.
Vaya paradoja, un partido político que tiene varios nombres y en cada elección presenta varios candidatos y luego se unen todos en la misma facción. Lo que se llama una trampa electoral.
Nuestros aliados en el contexto internacional son los países más cuestionados, aquellos señalados como violadores sistemáticos de las libertades individuales, faltos de respeto por la libertad de prensa y de expresión. Los que negocian y refugian a terroristas internacionales desestabilizadores de la democracia o a peligrosos narcotraficantes.
Aquí los delincuentes se les pone una pulserita y ya está, se proyecta la construcción de más cárceles para albergar a más presos, en vez de prevenir el delito y la marginalidad fomentando el deporte, la escuela y la cultura.
La lista es larga, esto apenas es una muestra de lo que es la sociedad argentina, hoy hay que soportar, luchar.
Pero somos un país mejor que esto, solo que hay que esperar hasta las próximas elecciones, aunque ocho años de esto es demasiado.
Es lo que hay.

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