8 de septiembre de 2008

Villa Crespo

El nombre del barrio fue iniciativa de los rematadores de los terrenos, los que en honor al Intendente Municipal Dr. Antonio Crespo - quien apadrinó la instalación de la "Fábrica Nacional de Calzado" que se hallaba en Canning y Warnes - y alentados por la familia Lebrero, propietaria de los mismos, comenzaron a denominar el lugar como la Villa de Crespo.
Se creía que su surgimiento fue el 3 de junio de 1888. Pero la actividad industrial en el lugar data desde antes. En la fachada de lo que fue el taller metalúrgico de los Hnos. Máspero aún está inscripto el año 1886 como el de inicio de su actividad.
A fines del siglo XIX, en París se lleva a cabo la inauguración de la Torre Eiffel junto con una exposición mundial industrial que se llevó a cabo en varias "naves" construidas a tal fin. Finalizada dicha exposición, las naves se desarman y por lo menos una de ellas viaja hacia Buenos Aires para terminar siendo la nave central de la que sería una curtiembre en Villa Crespo.
Esa curtiembre se denominó precisamente "Curtiembre Villa Crespo" y pertenecía a la firma L´Industrielle Belge S. A.

En 1919 fue comprada por una compañía Suiza denominada Bally que se dedicaba al comercio de cueros y fabricación de calzados en Europa. Con el cambio de propietario, también cambió el nombre de la curtiembre que pasó a denominarse "Curtiembres La Federal S.A." El cierre definitivo de Curtiembres La Federal fue en 1991 cuando se vendió el predio a una empresa constructora, que con los años construyó en esa manzana 3 edificios torre.
Más tarde, en 1906, se pone en funcionamiento la fábrica Dell'Acqua. Dos años después, en 1908, en la calle Drago al 400, se crea la primera Caja Mercantil (origen de la banca cooperativa).
Las primeras viviendas iban surgiendo a los lados del viejo Camino de los Muertos, hoy Av. Corrientes. Pero fueron los obreros del calzado los que construyeron, con ladrillos otorgados por la Fábrica Nacional de Calzado, las viviendas más próximas a esta, luego del loteo de terrenos, en 1889. Lentamente se fue incrementando hasta constituir la primera población de familias, hasta que se convirtió en el símbolo más característico del barrio. el Conventillo que fue inspirador de los más grandes sainetes que la historia del teatro pueda recordar. En él vivían inmigrantes en su mayoría españoles, italianos y judíos quienes, mezclados con algunos árabes y criollos, armaban tertulias y bailes donde nunca faltaban los amoríos y las peleas, que a veces terminaban con la muerte de alguno de ellos.En cuanto a los inmigrantes, los italianos fueron los más numerosos y los primeros en llegar.
Más tarde y en menor cantidad llegaron los españoles, sobre todo los vascos, casi todos ellos trabajaban en alfalfares, hornos de ladrillos y en los cafés del barrio. Arabes, judíos, griegos y últimamente japoneses y coreanos, compartieron y comparten en paz el lugar, a pesar de las guerras y odios vividos en sus tierras de origen. Los judíos llegados de Kiev y Smirna forman una gran comunidad, pero dentro de ellos están divididos de acuerdo a los diferentes lugares desde donde provienen. Así una parte del barrio es llamada "Villa Kreplaj", que son los escapados, después de la Primera Guerra Mundial de Rusia, Ucrania y Polonia. También los sefardíes colaboraron con su aporte cultural dentro de la comunidad judía. El aumento de la población originó el crecimiento comercial. Villa Crespo tuvo un progreso más acelerado que el de otros barrios.


El Arroyo Maldonado

El arroyo Maldonado era uno de los límites naturales de la ciudad, antes de que se incorporaran los entonces pueblos de Belgrano y Flores. Debe su nombre a la leyenda de "La Maldonado", una mujer que vino con Don Pedro de Mendoza en el año 1536. Si bien algunos dicen que fue abandonada a su suerte, la verdad es que no fue así sino que escapó del fuerte de Buenos Aires y, luego de ser atrapada, fue condenada por haber escapado a morir devorada por las fieras. Pero nunca encontraron los restos de su cuerpo que pudieron quedar esparcidos, ni huellas de sangre, ni de violencia, cerca del árbol donde fue atada a orillas del Arroyo.
Este se convertiría en un depósito de basuras y desperdicios. Cuando llovía, recibía el agua de una gran superficie de terrenos, de los que era desagüe natural, y se transformaba en una enorme laguna de agua sucia muy temida por sus desbordes y por ese motivo los terrenos adyacentes a él quedaban desvalorizados. Las autoridades decidieron que el arroyo sería entubado, como solución definitiva para los múltiples problemas que ocasionaba su curso a través de una ciudad que se extendía cada vez más 'tierra adentro'. En el año 1929 se comenzó a trabajar en las excavaciones, luego de este importante trabajo, que ocupó centenares de obreros y máquinas, se emprendió la segunda etapa: un verdadero alarde de ingeniería que consistía en levantar columnas destinadas a soportar una losa gigantesca. Fue la obra de más trascendencia que fuera realizada en esa época en la Capital, fue proyectada por Obras Sanitarias de la Nación, como parte integrante de un amplio plan de desagües pluviales de la metrópoli. Luego de entubado el arroyo, se construye sobre él una amplia calle, la actual Juan B. Justo.
Para los vecinos de Villa Crespo el Arroyo Maldonado sigue siendo un motivo de intranquilidad. Para nada los trabajos realizados para evitar las consecuencias de las inundaciones han contribuido. Porque la problemática pasa por la cantidad de precipitaciones, la perdida de la capacidad de absorción del suelo debido al asfaltado y la carencia de espacios verdes como a la limitación del caudal subterráneo. Pero lo peor es el oleaje producido por el transito que no es cortado oportunamente los días de intensa lluvia. Siendo la causa de los mayores daños ocasionados tanto a negocios como viviendas.

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